jueves, 3 de abril de 2008

UNA VIEJA HISTORIA


Corría el año 2004, yo cruzaba el quinto de secundaria en San Isidro de Chosica. La verdad, nunca fui un alumno bueno, era los de la mayoría, o sea regular. Pero lo que nos unía y resaltaba era una linda amistad, que se cultivo desde muy pequeños. Además, éramos la única promoción de la historia del colegio que se llevaba de la mejor manera con nuestros rivales institucionales (colegios), Santa Rosa, San Carlos, Santa Rita.

Todos esperamos que el viernes suene el timbre, para que culmine la última clase de la semana, y podernos trasladar a la canchita de fútbol, que se encontraba a dos cuadras de mi casa, los invitados siempre eran los mismos y al misma hora para encontrarnos, para proseguir con el sorteo del cuadrangular.

Generalmente las previas lo hacíamos en mí casa, teníamos que matar 30 minutos y llegar de la mejor manera a poder jugar. Nuestro equipo se llamaba “Alquimia Juvenil”, los demás colegios llevaban también el nombre de sus promociones, de ese año.

Los partidos era difíciles, cada equipo llevaba su hinchada, que integrada por enamoradas, amigas y compañeras de los colegios, sus gritos eran alentadores aunque ganabas o perdías siempre estaban a tu lado, dejando el último aliento y nos daban ganas de seguir jugando hasta que se oculte el sol, y ganar, para sacar pecho y presumir toda la semana.

En ese año todos los viernes fueron iguales, amistad, fútbol, gritos, insultos, peleas y tantas cosas más. Pero no lo fue ese último viernes, 17 de diciembre, cuando fue la despedida de las promociones; comenzó normal y termino de la mejor o de la peor manera, en mi casa, con un tono de despedida, que aun mi madre me recuerda, de cómo las cuatro promociones se vacilaron hasta lo último que pudieron y además como los vecinos se quejaron de la bulla que hacíamos, pero era nuestra despedida.

Tengo los mejores recuerdos de aquellos viernes que nunca se repetirán, de aquellos días como un simple grupo de amigos se juntaban para poder jugar y vibrar hasta el final, y que no nos importaba si almorzábamos, no importaba absolutamente nada, solo nos interesaba divertirnos y acabar el viernes de la mejor manera.

Hoy, cuento a todos mis amigos de esta vieja historia, y sueño que algún momento nos reuniéramos las cuatro promociones, y haremos un cuadrangular para vivir esos tiempos que se hace lejano, pero vive cada día mas cerca de muestras memorias.


No hay comentarios: